El viernes realizamos diferentes actividades, tanto por la mañana como por la tarde.

   Nos centramos en la estimulación cognitiva y motricidad fina, con diferentes ejercicios que combinaban la realización de puzles, la búsqueda de números o letras en fichas con múltiples distractores, la realización de listas de palabras con alguna característica concreta, etcétera.

   Por la tarde, además, algunos niños del pueblo vinieron al centro para participar con ellos en las actividades. Proyectamos una sopa de letras en la pizarra digital y los más pequeños se levantaban y señalaban las palabras que los mayores encontraban desde su sitio. De esta manera potenciamos la intergeneracionalidad y fomentamos la colaboración entre vecinos y amigos de diferentes edades y percepciones de la vida, lo cual resulta muy enriquecedor a nivel personal.